Seguiremos intercambiando miradas que aun no logro descifrar por las mañanas, esa sonrisa tan cálida que hace que mi corazón se acelere; seguiremos con esos saludos no dichos pero en miradas, en palabras ahogadas en labios cerrados intercambiados por sonrisas.
Seguiré sintiéndome tonta y colorandome como el carmesí cada vez que me mires, y no sera secreto porque todos sabrán, es difícil no notarlo.
Seguiré anhelando ese saludo una o dos veces a la semana, tal vez al mes, porque aunque duele el verte y no hablarte, se siente correcto así.
Seguiré contentándome cada vez que vea una actualización tuya en mis fotografías, que te ha gustado o que haz dejado algún comentario y en ese momento mi corazón se sentirá en casa y me proporcionara calor, el que en mis sueños es proporcionado por tu abrazo.
Seguiré fantaseando con que un día entres a mi aula y la primera que veas sea a mi, y solo a mi.
Me seguirá encantando cuando en el descanso te colocas al frente y a lo lejos de mi y me miras fijamente, mientras yo intento ocultar mi encanto para con tu mirada tratando de actuar como si nada pasara, en lo que igual, fallare, te darás cuenta y sonreirás, y me seguirá molestando aunque guardare silencio el que me pases y no me dediques un saludo.
Mis amigas seguirán viéndote o viéndome mirándote y me recordaran guardar las apariencias, o me incomodaran y harán colorar con ciertos comentarios.
Seguirás siendo ese primer amor imposible, catire, alto, ojos chocolate.
Seguirás siendo tu, quien me haga colorar con su mirada, siempre tu.
Y espero ser siempre yo la que hagas colorar y a quien dediques tu mirada.
Espero...
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